Testigo Nº 72 – Fabiola (22 años).
. “ me despertó una especie de escalofrío, me incorporé y entonces fue cuando lo vi: algo extraño que venía desde el mar directamente hacia mi. Tardé en creerlo pero sin dudas se trataba del Minotauro, saliendo del agua como cualquier bañista. . Horrible pero seductor, me poseyó de manera brutal, nunca había experimentado algo así, una manguera de fuego en mi vientre… quedamos abrazados un rato. Después se levantó y regresó caminando hacia el mar. Antes de entrar dio media vuelta y dijo riendo:– es imposible no dejar huellas en la arena-. . Habré tomando demasiado sol, pensé después, a veces te abomba, ¿Viste?...”