Entradas

Mostrando las entradas de noviembre, 2019

Una revelación en Tossa

Disponiendo de poco dinero me vine a Lloret de Mar a visitar a mi primo que hacía tres años que no no veía. Llegué hace casi una semana y para ser sincera, no dejo de pensar en la poca plata con la que viajo y me castigo pensando porqué no acepté trabajar de algo que no me gustara en Buenos Aires para poder estar disfrutando ahora, pero hoy fue diferente.  Me levanté y quise conocer Tossa de Mar, un pueblito a unos 12km de Lloret y para el que salen micros todas las horas, pero me enteré que hay un camino que se puede hacer a pie y así lo hice, fueron cuatro horas de ida y cuatro horas de vuelta. La primer hora de ida se trataba de un camino junto al mar que era un sueño, luego un pueblo en el que me perdí unas horas para conocerlo con una cala hermosa a sus pies, y las últimas dos horas se trataba un camino angosto y solitario por el monte. Ni bien tomé este camino por el monte tuve muchísimo miedo, estaba sola y no había personas ni casas a menos de una hora de distancia. E

Pensamientos en el tren

Qué lindo es el color del cielo,  pienso que si alguien tuviese que pintar un cielo sin haberlo visto antes sería blanco, sería esa parte de la hoja que no conoce el pincel. Tal vez si esa persona conociera la selva dibujaría el cielo verde, ¿Cómo se va a imaginar que va a ser de un color tan distinto a la tierra? Y de la noche ni que hablar, alguien con mucha imaginación no seria capaz de imaginar un cielo negro con luces que brillan. ¿Cómo algo puede ser tan adverso? El día y la noche. Todo es diferente cuando no hay luz, las cosas brillan. Se puede decir que el día es comunista y la noche es una monarquía con muchos reyes. La noche es capitalista diría yo, porque hay luces que brillan mas, otras menos y otras que ni brillan...  ¿Seremos así también las personas?