Me gusta porque sí.


Me gusta el aire libre porque en esta vida donde todo es un servicio que algo sea libre es un particular hallazgo. Me gusta porque el ocio no es tiempo perdido y porque si buscamos amigos los encontramos en cada ser vivo que nos rodea. Me gusta comer galletitas sin pensar que voy a llenar el piso de migas, y caminar con los pies sucios porque todo está sucio entonces todo está limpio.
Me gusta el aire libre porque me mantiene despierta; hace frío, hace calor, y no me puedo quedar quieta. Me olvidaba de mencionar que hay muchas cosas para hacer y ninguna de ellas son obligaciones. Me gusta que no exista la ansiedad, que el concepto del tiempo parece obsoleto frente a un árbol que permanece quieto toda su vida y si hablamos de la vida se me ocurre pensar que el único lugar donde parece transcurrir sola e independiente es en el aire libre.
Me gusta la estética de la naturaleza, los colores combinados sin querer o el querer combinar los colores como lo hace ella. Me gusta que no hay explicaciones, en el aire libre las cosas pasan y punto, las razones luego las buscamos nosotros; no hay argumentos como los que estoy dando, no se piensa sino que se vive, se sintetiza la vida y detrás de cada una de las preguntas me surge adaptarme a esos conceptos y decir que me gusta porque es simple, me gusta porque sí.

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