Parece que es difícil saber con exactitud lo que uno quiere. A tal punto que hay quienes creen que es mejor no tener demasiado para elegir. 
Henry Ford aseguraba que cualquier cliente podía tener un auto del color que deseara, siempre y cuando quisiera que fuera negro, que era el color del que salían todos sus autos para abaratar costos.

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