El vuelo 623 de Dream Airways.


Nos instalamos en el camping, cada uno con su carpa excepto Julián y yo que decidimos dormir en el auto. Pasa rápido la noche y al día siguiente nos levantamos muy temprano para tomar el vuelo. 
Subimos a un Airbus 380 por la puerta trasera que nos conducía a la primera clase, nos sentamos, nos conocíamos todos. En el televisor principal de primera clase estaban pasando un noticiero con la filmación de un avión con el fuselaje en llamas, gente tirada en el piso, los asientos a medio quemar y una mujer en primer plano con su bebé diciendo que todo era un caos y que su bebé estaba muerto. Me asomo para ver el sector Turista y noto que es ahí donde está ocurriendo el incendio.
Corro, grito, todos gritan, con un brazo enyesado golpeo las ventanas y el policarbonato ni siquiera se raya. Entonces accedo a la puerta y logro abrirla, bajo corriendo y detrás mio bajan dos personas mas. La puerta se cierra.
Escucho el zumbido de los motores de un space shuttle que amagan despegar, hasta que el avión despega, estalla en el aire como los muñecos de año nuevo, cae el motor, salen fuegos artificiales, pánico.
¡¡Julián está adentro!! pienso, lo digo llorando, hubiese preferido morir yo también. Los espectadores lloran. Me llega un mensaje suyo diciendo ''Están tus amigos, hay Boeing 747, 737, Airbus 380, 330, 320, te amo''
-Las estrellas cuando se mueren se convierten en agujeros negros - Me dice una chica, y el avión que no paraba de estallar en el aire se consume y cae como una esfera luminosa a mi mano. Yo no paraba de llorar.
Me levanto llorando, y mis primeros indicios de conciencia aparecen cuando veo a Julián acostado al lado mío, sin saber todo lo que le había pasado.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Descubriendo el estrecho

Me llamo Enriqueta

Qué lindo te vas a Punta.