Adjuntos

Antecedentes relativamente alejados me hicieron dar cuenta que el coctail de sensaciones que experimenta mi cuerpo al cortar con la inercia de la realidad me trasportan a mundos alejados, oníricos, irreales.

La realidad es un estado inerte de los pensamientos y una rutina cómoda; cuando la rutina se interviene o se interrumpe por pensamientos diferentes, la realidad se altera haciéndome creer que existe otro mundo interior ya que los pensamientos no se fusionan con la línea inerte. Eso es lo ficticio de la realidad, lo onírico, no es mas que una sensación, ¿lo es?, ¿las ficciones de la realidad son percepciones de cosas realmente ficticias o son simplemente sensaciones de percepciones de cosas ficticias? Un suceso, un hecho esotérico que caiga en la realidad, ¿Qué sucede, es real o sigue siendo ficticio? Pensamientos abundantes, licuados, tortas, lasañas de pensamientos, sinestesias. Todo mezclado para percibir otro mundo que no sé decir si es real o no.

Remolinos, cosas que van con inteligencia y vuelven con contradicción, pensamientos infusionables, sucesos imposibles de asimilar con la realidad, todo va y viene en la ducha mientras me miro al espejo, mientras vierto shampoo y pienso que tal vez no es abstracto pero no es real. No es cierto, no pienso eso mientras vierto shampoo, pero lo pienso todo el resto del tiempo, porque me gira la conciencia como un lavarropas sin jabón en polvo, vienen y van esos pensamientos que no saben si pensar en realidad o pensar en mentiritas, no saben hacer nada mas que pensar ni siquiera que, como el lavarropas sin jabón en polvo.