Donde habitan los sueños
Cabe relatar la experiencia que tuve esta mañana y sintetizarla con una frase como esta: cuando uno no tiene mar… Y si. Aunque el Río de la Plata fue muy generoso conmigo, hay algo de fatalidad en aquellas aguas azules revueltas que logra captar la reflexión de personas con similares características. Ayer me dijeron que se podía visitar la reserva natural Mar Chiquita y mi corazón, que habita por estas zonas, sintió que había tirado veintiséis veranos a la basura. Sin dejar pasar el veintisiete fui corriendo a anotarme y así es que puedo relatarles mi experiencia de hoy. El ingreso se realiza por campos privados donde se aprecia desde el primer kilómetro la preservación de las especies que hacen del lugar un área protegida. Ñandúes, garza blanca (chica y grande), garza mora, cigüeña americana, espátula rosada, caranchos, rayadores, biguá, gaviotín, gaviotas varias especies, gallareta chica, macá grande, lechuzas y otros bichos nos brindan su cortejo al pasar por ah